REFLEJOS Y REACCIONES

A los dos meses, el niño tiene un interés mas constante por el medio que lo rodea, vivos movimientos de pies y manos acompañan este descubrimiento. El lactante desea tomar determinados objetos pero todavía no puede hacerlo.
Alrededor de los tres meses ya ha dejado de cerrar los puños. Automaticamente ambas manos se cruzan delante del rostro. Juega con los dedos, los observa y se los mete en la boca. A través de su boca, percibe sus manos. Mientras tanto mantiene las piernas encogidas y puede juntar sus manos en el centro del cuerpo.
Por el cuarto mes, de espaldas el bebé se encuentra completamente seguro. Vemos que los movimientos sobresaltados de su época de recién nacido han quedado atrás ( reflejos y reacciones ). Si se le alcanza un sonajero por un costado, no importa cuál, mueve la mano semiabierta en dirección al objeto. Luego toma el juguete y lo lleva delante de su cara, luego lo succiona. Por primera vez toma intencionalmente al objeto.
Ya en el quinto mes el niño, se dirige con creciente precisión hacia el juguete. Ahora tocar y agarrar significan un buen control de ojos y manos. Si se le ofrece una pieza la toma con el dedo pulgar extendido. Por otro lado comienza con los juegos de sujetar y soltar. El reflejo de asir tiene que haber desaparecido. Cambia un objeto de una mano a la otra.
Con medio año, el lactante se vuelve de boca arriba a boca abajo. En este período es muy común verlos asir algo que está al otro lado de su cuerpo, pasando por su centro de gravedad y así se produce automáticamente el desplazamiento del peso hacia un lado. Primero el objeto es tomado con toda la mano, luego con el pulgar y el mayor